Whatsapp
979 863 540

Íntima conexión

Sandro Méndez llegó al Armando Paredes de Alfonso Ugarte, en Barranco, como inquilino en un depa del segundo piso. Para ese entonces él ya se había propuesto comprar un apartamento en Lima, pero aún no sabía cuál ni dónde. Seis meses después, encontró en el primer piso de ese mismo edificio el lugar ideal para transformar en su hogar.

Fueron muchas razones que el director de casting de Del Barrio Producciones tomó en cuenta. Primero, le encantaba la fachada del edificio, con su madera, piedra y fierro reciclado, y la calma que se sentía dentro de la comunidad. Por otro lado, los amigos que vivían en el barrio y las oportunidades que ofrece un distrito como Barranco —culturales, gastronómicas, comerciales— ya lo habían cautivado durante los meses que estuvo alquilando.

Cuando entró al dúplex de Armando Paredes, el techo alto del área social, la quietud del patio interior y un pequeño muro verde que caracterizan a este edificio barranquino, lo enamoraron por completo. Sandro estaba en casa.

Lo primero que hizo fue encargarle un mural a su amigo, el artista urbano Seimiek, para la pared de su patio. El artista incorporó referencias, como la montaña de “La historia sin fin”, una de sus películas favoritas. También intervino la puerta principal del depa en homenaje a Uma, la perrita peruana que acompañó a Sandro durante siete años, justo donde está el hueco que ella hizo alguna vez por nervios y que él nunca quiso arreglar por cariño.

El loft tiene un diseño de planta abierta, que incorpora la entrada, la cocina, la sala y el patio. En esta zona social se lucen los posters de sus cintas preferidas, como “The Goonies” y A Nightmare on Elm Street”, que ha traído desde España y Francia; y un librero de madera, que mandó a hacer con un carpintero y está lleno de novelas gráficas, libros peculiares y juguetes, que son su gran colección. Los tiene en varios lugares, como en la cocina donde, por cierto, también tiene una serie de tazas curiosas.

Algunos muebles los compró con el departamento, como el sillón gris donde juega con Garbanzo y Lola, los perritos peruanos que recientemente llegaron a su casa; las mesas de centro que tiene en la sala; y la cama y las mesas de noche del dormitorio. Por ahora, está feliz con lo que tiene, pero le quedan algunos puntos especiales por llenar, como la gran pared de la sala que sube hasta su cuarto, para la que está esperando encontrar la obra de arte correcta.

Las escaleras, adornadas con más posters, llevan al dormitorio del dúplex, donde Sandro pasa más tiempo. Allí es donde se relaja y ve películas y series, como “The last of us” y “Los Soprano”, y donde trabaja en su escritorio de madera con vista al patio. Lo inspira el muro verde que se va formando ahí afuera, con la madreselva que ya ha plantado gracias a la asesoría de su amigo, el paisajista Valerio Ávila. Ha decidido poner una hamaca en el patio, para aprovecharlo aún más.

Hoy, que trabaja por proyectos y tiene un ritmo laboral más calmado, Sandro disfruta del barrio: va por un ceviche a El Muelle, camina por la Bajada de Baños y visita El Gato Tulipán; se toma una cerveza en Juanito y un helado en Blu. O también se queda en casa cocinando, acompañado de con sus perros y recibiendo a amigos. Puede decir que en este depa ha aprendido a disfrutar la vida en casa y el simple placer que significa conectar con un espacio para hacerlo un hogar.

Deja un comentario

Contacto