Su abuela producía café para la familia. En la huerta de la casa familiar de Harry Neira, en Piura, crecía lúcuma, naranja, caña y café. Su abuela lo cosechaba y procesaba con cuidado; lo secaba en casa, lo movía en una olla sobre la leña y luego lo molía en su batán. Su abuelo llegaba con la leche recién ordeñada. Harry miraba cautivado, sin presentir que, varios años después, su pasión sería la misma.
El barista, catador, tostador y fundador de Neira Café Lab nació en Lima, pero pasó mucha de su infancia en el norte del Perú, disfrutando del arte de crear con ingredientes caseros. Su abuela, de hecho, también era panadera por lo que Harry aprendió desde muy chico sobre el poder de los aromas, los ingredientes y sobre las delicias que regala la paciencia al cocinar.



Harry Neira encontró en el café peruano una oportunidad valiosa y se trazó como objetivo lograr que el mundo se enamore de este producto bandera. Pero tan ambicioso objetivo no le hace perder de vista esa rutina primordial que se genera alrededor de una taza de café: pasar un buen rato. Así, en el 2017 abrió su primer local de café especializado, Neira Café Lab, en la calle Enrique Palacios. Desde entonces, el local se ha convertido en un icono del barrio y un punto de encuentro siempre dispuesto a recibir a los vecinos y los visitantes con buena música y excelente ánimo. “El barrio se va conectando con nosotros y nosotros nos vamos conectando con el barrio”, asegura Harry.
“El café no juzga a nadie. Te acompaña en el momento que tiene que hacerlo”, continúa el principal barista peruano. Para él, la rutina de prepararse un café puede significar una serie de momentos: “Recargarme de energías, distensión y una pausa o, simplemente, tener un espacio para mí”, cuenta. La gente que llega a la cafetería de Miraflores y sus otros cinco locales puede hacer comunidad, y por eso Neira se ha posicionado como lo mejor del café de especialidad en la ciudad, y también como el cariñoso “cafecito del barrio”.


Neira es una pasarela de café peruano: tiene granos que provienen desde Amazonas hasta Puno. Y para Harry, el Perú tiene “un potencial enorme” por aprovechar. Por lo pronto, él está decidido a que cada vez más personas, dentro y fuera del país, se conecten a través de este insumo peruano y compartan la sensación única, y tan acogedora, que a él siempre lo devuelve a esos primeros recuerdos de estar en casa.
.
.
Neira Café Lab de Enrique Palacios 1074 es un buen lugar para tomar una pausa si tu depa queda en el Armando Paredes de Toribio Polo. Si quieres conocer más sobre la activa vida de barrio que lo rodea, entra aquí. Y si quieres saber sobre Edicio Libertad, otro de nuestros proyectos en Miraflores, visítanos aquí.