El taller del artista y diseñador Yerko Zlatar se encuentra en una de las zonas más pintorescas de Barranco. Cuando abre la puerta de su estudio, los sonidos del jirón Colina entran de a pocos. Adentro, su acogedor espacio en una casona antigua tiene techos altos y mucha luz. Esta es una guarida en la que Yerko conecta con su propia imaginación, donde produce arte casi como una necesidad.


Collages guardados en cajones de madera, pinturas y serigrafías en las paredes, herramientas en el piso, papeles rayados y otros en blanco es lo que hay a su alrededor. “Este es mi lugar”, dice el artista. “Hasta hace uno años trabajaba de manera más digital y en casa. Desde que comencé a sumergirme en este espacio y desconectarme de lo que sucede fuera, mi trabajo se ha transformado”.
Como diseñador, es codirector —junto con Mariana Otero— del reconocido estudio y tienda Puna, de mobiliario, objetos y textiles que también funciona en esa casona de Colina. Los colores, patrones, texturas y materiales de las colecciones de Puna son un reflejo más de la estética de Yerko. Hay una coherencia en la forma y en el fondo.


Para su proyecto artístico personal, le interesa, sobre todo, explorar la arquitectura y las culturas ancestrales. Justamente, en esas referencias se basa su reciente colaboración con Armando Paredes: son serigrafías que surgieron a partir de la serie de pinturas hechas sobre lino, titulada “Síntesis arquitectónicas”. Las imágenes geométricas y minimalistas tienen detrás la apropiación y deconstrucción de elementos prehispánicos, patrones sagrados, arquitecturas ancestrales y diseños tomados de diversas culturas peruanas. Con ellas, Armando ha querido hacer un regalo con mucho significado.
También lo mueve la exploración del material. “Puedo tener dentro de un mismo contexto cuadros hechos en bronce, pinturas, madera, textiles y distintos materiales que complementan las piezas”, explicó. Por ejemplo, Yerko ha usado Tecnopor en su muestra Tecnología ancestral, que se expone en el Museo de Arte de Lima hasta fines de abril. En sus ojos, las cajas de computadoras y teléfonos móviles se convirtieron en moldes de huacas.

El trabajo de Yerko trata de conectar el pasado y el presente. Su inspiración está en la ancestralidad, pero su sensibilidad es muy contemporánea. Como artista y diseñador, lo suyo es viajar en el tiempo mientras explora y juega con las formas. Su obra es una reflexión sobre la relación entre las personas y nuestro espacio, y una búsqueda constante de conexión con el entorno.