Arm no es una silla, sino una anti-silla. En homenaje al sin sentido y rompiendo las reglas del diseño de las sillas, no es cómoda y tampoco permite sentarte en ella.
Ha sido producida en roble americano y creada por Clark Bardsley, Arm empezó como una investigación sobre las limitaciones de la flexibilidad de la madera, un proceso bastante relacionado a la historia del diseño de la silla.
La creación de Bardsley encaja en cualquier asiento (en una silla de plástico, de oficina, en un cubo y en mil otras cosas) y lo transforma en una silla completamente nueva.
Sentarte al revés cambia la lectura del diseño de nuevo, y te da un lugar para descansar los pies.
vista frontal completa
vista trasera
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Fuente y fotos: Design Boom