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La ruta de after office, por Patty Exebio

Tener cerca un buen corredor de bares para terminar el día es una de las cosas que más aporta a la rutina, porque te da la posibilidad de relajarte con colegas o amigos, y de disfrutar de buena gastronomía y coctelería para cerrar la jornada. Por eso, Armando Paredes recomienda esta ruta de after office por San Isidro, de la mano conocedora de Patricia Exebio, directora del estudio Exebio Team y especialista en branding para marcas de gastronomía y hospitality.

Patty eligió San Isidro para su oficina en Lima y los restaurantes y bares que la rodean le permiten entretener clientes, recibir amigos, celebrar cumpleaños y, claro, pasar notables momentos espontáneos. El lugar donde vives o trabajas no es solo el espacio en sí, sino todo lo que configura el punto de la ciudad que has elegido: el barrio, sus rutas y sus posibilidades. Y tener anotada una buena ruta de after office es siempre una gran idea.

Pizza de prosciutto y funghi con una copa de vino, en Lila.

LILA

Patricia no es fan de la pizza, excepto cuando se trata de Lila. “Una pizza de acá es distinta”, asegura mientras pide la pizza de prosciutto y funghi, que acompaña con una copa de Carmenere Kawin del 2019, recomendación de la casa. Es un vino aromático de tanino dulce: frutal para que contraste y a la vez intensifique los sabores de la pizza.

A Patricia le encanta todo de Lila y su sitio predilecto es el patio trasero con el arbusto central que divide el espacio y le da intimidad. “Esto solía ser un estacionamiento, me encanta que ahora sea un patio. Da la sensación de estar al aire libre y de seguridad al mismo tiempo”, explica Patty.

Para ella, es un lugar de tragos ricos y de comida llevada al siguiente nivel: “Es lindo estar por el vecindario y tener un lugar así de bonito a donde llegar. Tanto si sales de la oficina y quieres compartir con el equipo, como si quieres reunirte en un lugar que se sienta creativo de verdad”.

Sandwich de entraña fina, copa de cava y una conversación con Lou Rottmann, dueño de Bottega Dasso.

BOTTEGA DASSO

“Me encanta que sea oscuro, como un bar inglés o un speakeasy, pero donde al mismo tiempo puedas tomar un gran desayuno o brunch”, dice Patty sobre Bottega Dasso, que ya es un clásico de San Isidro. Muchas veces elige la mesa junto a la ventana porque le encanta ver a la gente pasar. Y como este es su vecindario (Exebio Team está en Dasso), no tarde en cruzar miradas con un par de personas que entran al restaurante a saludarla.

“Me gusta que veo gente joven y gente mayor, gente que sientes que está cerrando un trato importante y otra que está de pasada”, explica. Para ella este es un lugar excelente para venir sola, pedir un piqueo, como el sándwich de entraña fina, y una copa de cava, y tomarse un momento de descanso.

Ceviche con pesca del día en Amoramar, a cualquier hora.

AMORAMAR

Un sitio hermoso de arquitectura “alucinante”, así describe Patty a Amoramar. Le encantan las vigas, las lámparas colgantes y el efecto de las diferentes alturas. Como alguien que ha trabajado el branding de tantos restaurantes, está muy atenta a la relación entre el espacio y lo que transmite. Amoramar está en pleno centro de San Isidro, pero sus grandes ventanales y plantas tropicales la remiten a Río de Janeiro.

De hecho, Exebio Team ha colaborado con el local con el diseño gráfico de su carta. “Es un sitio tan sofisticado que sientes que es para ocasiones especiales, pero en realidad cada día es especial. A veces vengo a almorzar o a tomarme un break durante el día. También me pasa que hago un entrenamiento fuerte y siento ganas de tomar algo helado con una proteína rica”, asegura mientras pide un ceviche de pesca del día y una cerveza.

Para Patricia, este ceviche clásico es uno de los mejores de Lima –“es bien pegado la regla: limón, ají y cebolla, el pescado muy fresco. Me encanta”–; también recomienda el tartar de atún y el pulpo al olivo.

Amoramar es uno de esos sitios a los que viene con sus amigas cuando logran juntarse todas o cuando las que viven fuera visitan. Un segundo hogar en el sentido de que es perfecto para el cotidiano, pero también para celebrar.

Conchas a la parrilla, la recomendación en Alphonse.

ALPHONSE

Este bar secreto comienza como una tienda de vinilos, pero saber la contraseña te da acceso a un espacio sorprendente, oscuro y elegante. De pronto, te encuentras en una versión contemporánea del típico bar clandestino de la época de la prohibición en Estados Unidos, con el lujo de tomar en un espacio secreto.

Exebio Team también está detrás del diseño de marca del speakeasy ubicado en The Westin Lima Hotel & Convention Center. “La idea era crear un bar que motive a la gente a salir de nuevo, algo divertido, interesante. Por otro lado, también es un bar del hotel y queríamos que los visitantes se lleven una experiencia que contar”, explica Patty.

“Alphonse” es el nombre completo de Al Capone. La fotografía del capo de la mafia que corona la pared detrás del bar es uno de los detalles favoritos de Patty, ella la eligió. Cuando ver la carta parece que estás leyendo un periódico de la época. “Es un detalle que diseñamos para que te transporte a una estética más estadounidense y cinematográfica”, explica la diseñadora.

En Alphonse, Patty recomienda las conchas a la parrilla con ajo negro, mantequilla y lima. De tomar, un Stoned & Fancy, hecho con Amazonian Gin, licor de chocolate blanco, copoazú, limón y humo, acompañado de un habano de chocolate. “Me parece rico el tema de picotear cositas frescas por la noche. Me encanta además cómo maridan aquí la comida marina”.

Coctelería conceptual y divertida en Carnaval.

CARNAVAL

“Desde un comienzo supimos que iba a hacer historia. Que iba a estar entre los 50 Best Bars, que iban a ser de los mejores, no solo de Lima”, cuenta Patty Exebio sobre Carnaval, otro de sus trabajos y una de las colaboraciones que más ha disfrutado.

El bar es un espectáculo. El concepto es sencillo: el carnaval y todo lo que relacionas con él. “Se trata de la vida, la muerte y la diversión. Siempre estuvo diseñado para llenarlo de recuerdos y vivencias. Quisimos darle una vuelta al concepto y sentíamos que el mixólogo es como un químico también, como un alquimista”, cuenta Patty mientras señala una de las primeras cartas que diseñó para el local, exhibida en una de las vitrinas como tantos objetos que evocan pura celebración.

Cada trago revela un nivel de detalle que fascina desde muchos ángulos. Aquí, Patty se pide un coctel Zombie, cuya base es ron Flor de Caña XII, granada y maracuyá bajo humo de absenta. Raúl Arcayo, cocktail chef, también le prepara un Carnaval, trago bandera de la casa que llega dentro de una lámpara de papel. Como complemento, la hamburguesa con papas fritas, un clásico llevado de la mejor manera.

“Cuando pienso en Carnaval pienso en diversión, inteligencia, creatividad. No es solo tomar un trago, es inspirarte”, finaliza Patty.

¿Quieres vivir inspirado? Conoce más de los proyectos de Armando Paredes en San Isidro, aquí.

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