Las flores nos han acompañado en nuestras casas de la infancia como parte de una escena cotidiana y del gusto de un entorno bien cuidado. Luego, al incorporarlas a nuestros propios espacios, quizás empezamos con algo de dudas. Lo cierto es que las flores nos aportan calidez y nos dan la posibilidad de darle nuevo color y energía a un lugar, y de transformar nuestro humor.
Para Marcela Delgado, descubrir el poder de las flores implicó dar un vuelco a su vida: ella, administradora de profesión, hasta hace poco se dedicó al mundo corporativo y tecnológico en su natal Colombia. Tras mudarse al Perú para estudiar diseño de interiores, este último año vio nacer para ella un nuevo proyecto que la conectó con el arte, la belleza, la inspiración y la naturaleza. Y le demostró que siempre podemos transformarnos.
Amaranta es su estudio floral que crea arreglos y experiencias con flores. En su taller de Miraflores, la luz que entra por la mampara ilumina los diferentes tipos de plantas, los arreglos que ya tiene preparados, y las tijeras y los jarrones que descansan sobre su mesa de trabajo. El ambiente es gentil, suave e inspirador. Para Marcela, Amaranta es un espacio que celebra la belleza de las flores.
Su propuesta es fresca y colorida, y se caracteriza por un deseo de hacer cosas diferentes y creativas. Se inspira mucho por las sensaciones que inspiran las distintas flores que usa; resalta la imperfección muy auténtica de lo hecho a mano; y juega con alturas y volúmenes de forma lúdica y casi escultórica. “Las flores convierten cualquier espacio en uno lleno de vida”, dice ella. “Poner un arreglo floral es como vestir la casa con una obra de arte que nos cambia el ánimo”. Y esa es una fórmula ideal para Lima.
Marcela explica que se puede usar diferentes tipos de flores, como las gerberas, que tienen colores fuertes y vibrantes, son grandes y llaman la atención; o algo más clásico, como las rosas “que se abren muy lindo”, en tonos amarillo o rojo. Otra opción es apostar por los verdes, que “aportan mucha naturaleza y un estilo orgánico”.
Justamente, la directora de Amaranta comparte su paso a paso para armar un arreglo de estilo “greenery”, una tendencia actual que se enfoca en el manejo de las diferentes tonalidades y texturas de verde. Para lograrlo, la recomienda combinar plantas como ruscus, ramas densas e incluso hojas grandes.
Una vez elegidas las especies, es importante seleccionar el jarrón que mejor las va a lucir por sus dimensiones y estilo, y lavarlo bien antes de armar el arreglo. Para este arreglo, Marcela ha elegido un jarrón en blanco y negro, que agrega un estilo gráfico, de Galeri Design de Tiziana Herrera. Una vez que se tiene todo preparado, lo que sigue es quitar las hojas del tallo y luego medir la altura necesaria antes de cortar. Aquí, Marcela nos da más recomendaciones: los tallos hay que cortarlos de forma transversal antes de sumergirlos en agua fría, que puede tener un poco de hielo para mantener la frescura.
Para lograr la composición tallo a tallo, lo que toca es agudizar los sentidos. En la prueba y el error sucede lo más importante. Solo probando es que un puede dar movimiento al arreglo. Un tip: buscar la asimetría, imitando ese caos salvaje y orgánico que existe en la naturaleza.
Para que el arreglo nos dure más tiempo, Marcela recomienda sacarlo del jarrón cada tres días, reemplazar el agua, limpiar el jarrón y recortar nuevamente los tallos de uno a dos centímetros. Colores, olores, formas: son muchas las formas en que incluir flores en nuestra decoración puede impactar en la estética de nuestros espacios, y también en la forma cómo vivimos nuestro día a día.
“Las flores generan sustancias que te relajan, que te ponen feliz”, explicó Marcela. “La atención que uno le pone a sus arreglos es el complemento perfecto de lo que ellos mismos te hacen sentir”. Y nada como traer un poco más de naturaleza a nuestra casa.
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